El TOC afecta a millones de personas en todo el mundo y ocurre con las mismas tasas para hombres y mujeres. Muchos casos empiezan en la infancia, pero en promedio el TOC comienza a convertirse en un problema para muchas personas durante la adolescencia o al inicio de la edad adulta. La causa exacta del TOC sigue siendo un misterio, pero hay cada vez más evidencia de una vulnerabilidad genética/neurobiológica que, una vez desencadenada, se ve reforzada por el aprendizaje.

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El TOC se caracteriza por obsesiones y compulsiones. Los síntomas pueden aumentar o disminuir a lo largo del tiempo, ser episódicos, o en una minoría de casos, implacable. Una obsesión es un pensamiento o imagen intrusiva y recurrente. Un ejemplo es un pensamiento indeseado sobre un ser querido siendo perjudicado de alguna manera. Otras obsesiones comunes son sobre ser contaminado, decir la cosa equivocada, y tener un pensamiento de contenido inapropiado. La Compulsión es como un ritual, que puede ser observable como la verificación, tener que poner objetos de ciertas maneras, lavarse las manos o puede ser mental, como tener que contar. Cualquier comportamiento puede convertirse en una compulsión. Otro aspecto importante del TOC es la duda. Dudar es no confiar en sus sentidos. Por ejemplo, una persona puede no confiar en que la puerta fue cerrada, a pesar de haber comprobado con sus propios ojos. Los problemas y síntomas asociados con TOC incluyen ansiedad, depresión, perfeccionismo y evitación fóbica. El TOC es a menudo peor durante períodos de estrés o transiciones en la vida.

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El tratamiento del TOC ya ha recorrido un largo camino en los últimos años. Sin embargo, todavía no hay cura. Los medicamentos pueden ayudar, así como hay una terapia conductual llamada Exposición y Prevención de Respuestas (EPR) que está altamente apoyada por numerosos estudios científicos. La EPR implica aprender a enfrentar los miedos absteniéndose de las compulsiones y comportamientos de esquiva que son como combustible para el fuego del TOC. El objetivo es habituarse. Habituación significa que lo que ya causó miedo ya no tiene el poder de hacerlo otra vez. La EPR puede realizarse de forma gradual. Sin embargo, algunos individuos con TOC grave pueden requerir programas de EPR intensivos para obtener buenos resultados.

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Otro tratamiento promisorio para el TOC es la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) que está específicamente enfocada en aprender a corregir patrones de pensamientos no adaptativos que tipifican esa condición. Un sentido inflado de responsabilidad es un ejemplo de una característica de error cognitivo del TOC. Para los pocos individuos que no pueden mejorar con la TCC o con la medicación, hay algunas opciones quirúrgicas a considerar. Los grupos de apoyo y la participación de amigos y miembros de la familia también pueden ayudar.

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La propia naturaleza del TOC a menudo hace que sea difícil de involucrarse o estar de acuerdo con el tratamiento. En casos como estos es útil para los miembros de la familia aprender mucho sobre el TOC. Participar en grupos de apoyo, o consultar con profesionales experimentados. El TOC es una condición muy difícil, pero, afortunadamente, la ayuda está disponible.

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Sugerencia: aprender sobre TOC puede ayudar. Una vez que usted entiende cómo funciona el TOC, puede estar listo y más seguro para luchar contra él. No dude en ponerse en contacto con nosotros si usted está buscando tratamiento de TOC en Miami o en cualquier otro lugar en el sur de la Florida.